La propuesta de hoy es pensar
algunas palabras que resuenen en nuestra profesión o que me resuenen a mi
como psicopedagoga, a partir de las cuales me sienta convocada a ejercer mi
profesión... Así empezaron a surgir palabras; y en esta búsqueda de palabras
significativas, me voy dando cuesta que lo que me convoca es la palabra. La palabra
como propia de lo humano, como despliegue de la subjetividad. Lo que me lleva a
pensar, que ese viejo refrán que escuchaba de chica, “A las palabras se la lleva el viento”… no es
tan así…
A las palabras no se las lleva el
viento... tal vez luego de un profundo trabajo de análisis personal, uno
empieza a elegir que palabras le entrega al viento para que las lleve y cuales
no… pero eso es otra cosa… Las palabras dicen...
portan sentido… para quien las dice, y
para quien las escucha, que como Lacan dice, nunca lo dicho es lo escuchado…
Esta propuesta de pensar en palabras... como invitación a pensar y pensarnos… Elijo entonces armar una red de palabras que se entrelazas y van armando una red de sostén en mi trayectoria profesional: mirada, escucha, alojar, disponibilidad, cuerpo, juego, palabra, complejidad, encuentro, sentido, sentimientos, subjetividad, espacio y tiempo
La mirada y la escucha
en tanto se despliegue lo singular de cada uno, sin juicios preestablecidos,
dejándonos sorprender en el campo de lo posible
Disponibilidad para que la
subjetividad se despliegue, estando disponible para el otro
Alojar la diversidad de
infancias, adolescencias, juventudes, adulteces... alojar la complejidad
de la historia de cada cual, los dolores, fortalezas, alegrías, esperanzas. El
alojamiento como un nuevo lugar posible de ser habitado, tal vez, un lugar
inaugural y diferente.
Habilitar un espacio para
que circule la palabra, donde le juego tenga lugar y el cuerpo
se haga presente, donde se desplieguen los sentimientos, lo propio…
Palabrs que hagan lugar al silencio... silencio necesario para darle lugar a lo propio y lo del otro, para que algo del encuentro suceda... silencio como sostén, como tiempo de moviemiento... como posibilidad de que algo de lo nuevo advenga...
Y en ese juego entre palabra y silencio... lo singular en el encuentro con el otro... un encuentro sentido, un encuentro donde algo de lo nuevo tanga lugar...
Hoy, podría ser uno de esos días... donde elegimos que escuchar, y que dejar... que se lleve el viento...
Lic. Verónica del Castillo
Psicopedagoga
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